La imagen de Vela se desploma

El pasado lunes 3 de febrero, en pleno puente, el DT de la Selección nacional de fútbol, Miguel «Piojo» Herrera, declaró que se cerraba el capítulo «Carlos Vela» donde existía la posibilidad de que fuera convocado a jugar con el Tri en el Mundial de Brasil 2014. En sus propias palabras dijo «no veo en Vela compromiso, veo en él muchas dudas y como yo no tengo dudas, decidí no volver a considerarlo en el proceso».

Mucho se ha dicho en estas últimas horas en redes sociales y medios tradicionales sobre este asunto. Unos -la mayoría- afirman que Vela se está equivocando, que jugadores como Zlatan y Falcao darían lo que fuera por la oportunidad de ir al Mundial. Otros tantos, como el Sopitas, insisten en que lo que hizo Vela fue tomar la mejor decisión puesto que el futbol en México se maneja por unos cuantos y no representa como tal a nuestro país.

Más allá de lo futbolístico y de lo polémica que fue la decisión de Vela, me interesa tocar el tema imagológico. Se ha comentado largamente acerca del por qué Vela no ha querido estar convocado desde hace meses en la selección nacional, algunas voces afirman que todo viene desde aquella sanción que se le impuso por participar en una fiesta en Monterrey donde, después de una concentración y un partido, varios jugadores metieron prostitutas (algunas de ellas, hombres) a sus habitaciones. Otros dicen que estaba peleado con la estructura organizacional de la Femexfut. Otros simplemente afirman que no le gusta viajar en avión. Sea como sea, algo sí es muy cierto: cuando se te da la oportunidad de representar a tu país, no debe haber más orgullo que hacerlo. En eso sí debemos aprender mucho de los estadunidenses, hasta en las guerras son capaces de dar la vida por su patria. Es cierto, la Femexfut es una institución privada dominada por los equipos, que son particulares y que, dicho sea de paso, les importa más el tema financiero que el deportivo y hay muchos fallos en la estructura del balompié mexicano, pero al momento en que en su nombre llevan la palabra «Mexicana» (y al no haber competencia de la misma), entonces la representación debe ser lo que más pese.

Como lo dije hace un momento, después de leer varios tuits y mensajes en Facebook, me doy cuenta que la mayoría de las personas opina que Carlos Vela está cometiendo un grave error. Su justificación fue » no me encuentro mentalmente apto para una responsabilidad así y no le quiero quitar su lugar a alguien que podría jugar mejor». En ese sentido, se lo agradecemos. Pero entonces, ¿cuánto tiempo más necesita para estar «mentalmente» apto para tomar su lugar en la selección? Porque invitaciones ha habido varias y de varios Directores Técnicos, si en 2 años no se ha sentido apto, quizá entonces está loco y hay que llevarlo al psiquiatra. Esto me suena más a un berrinche, ¡por supuesto que Vela está jugando bien en la Real Sociedad! Por eso se le quiere, nadie llamaría a un jugador que no esté en las condiciones óptimas. Pero lo que es un hecho es que, como hay un pico en la carrera de todo hombre, llega también la época de vacas flacas. Vela regresará a México algún día, necesitado de un equipo. Seguro habrá alguno que le abra las puertas, pero los cuestionamientos serán bastantes. Recordemos a Nery Castillo cuando dijo en conferencia de prensa «la diferencia es que yo estoy en Europa y tú estás en México y siempre te vas a quedar ahí». Años después, Nery suplicó por una oportunidad en el León, le fue tan mal que lo cedieron al Pachuca y en los Tuzos simplemente le dieron su carta, diciéndole «ya no nos interesa tenerte».

La imagen pública no solamente tiene que ver con lo que vistes, como falsamente se cree. También tiene que ver con tus actos y hasta con lo que NO haces. Es respetable la decisión de Vela, se vale decir «no» y es admirable que viniendo de un país donde nos cuestan tanto trabajo las negativas, él haya tenido los pantalones para decir una, sin embargo, cuando se trata del compromiso por tu pais, no debiera haber dudas. Simple y sencillamente equivale a no querer ayudar a tus padres cuando lo necesitan porque «no estás en condiciones». ¿Qué opinión generaría entre la gente algo así? Les puedo garantizar que, a partir de ello, muchas personas lo borrarían de su lista de amigos.

«Cría fama y échate a dormir» reza un viejo lema. La imagen que Vela está generando es justo esa, de un tipo intransigente, caprichoso. Estoy seguro que no será la primera vez que lo veamos creando polémica.

Acabo citando la maravillosa frase del grupo Pesado: «a chillar a otra parte».